Como se conoce, los pleitos judiciales suelen ser largos, costosos e insumen muchísimo tiempo para el empresario. Sin embargo, a partir de la última década la utilización de Tribunales arbitrales para resolver problemas societarios se ha vuelto cada vez más común, ya que permite, entre otras cosas:
Una tramitación ágil
La posibilidad de decidir quién será el arbitro
La posibilidad de decidir cuál será el procedimiento que utilizaremos (como presentar la demanda, que medios probatorios estarán aprobados, entre otras cosas)
Siempre se deben garantizar los derechos constitucionales de defensa en juicio y de debido proceso
Ahorro de costos y tiempos
Entre las desventajas que hoy en día se encuentran son:
En primer lugar, si se ha dictado el laudo arbitral (equivalente a la sentencia de un Juez), y la otra parte no lo cumpliese, se debe requerir judicialmente su ejecución (a través de un proceso especial)
En otras ocasiones, aunque se haya pactado de antemano entre los socios que, de existir un conflicto, este será resuelto por un Tribunal arbitral, si uno se negase a utilizar este camino hay que exigir judicialmente el cumplimiento de lo acordado.
Para conocer más sobre esta vía alternativa de solución de conflictos, te invitamos a que nos escribas por nuestras redes sociales. Contamos con profesionales sumamente capacitados para asesorarte en la redacción de cláusulas arbitrales y adecuarlas a tus necesidades.
Por Gino Zoppi